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lunes, 27 de febrero de 2012

Científicos hallan fósiles antárticos de tiburones y reptiles de 70 millones de años


Expertos chilenos encontraron especies que confirmarían que Antártica fue una zona subtropical.
por Francisco Rodríguez I.
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"Ojalá encontremos restos de dinosaurios. Buscamos alguno que haya habitado el continente hace 70 millones de años", contaba a La Tercera en enero pasado David Rubilar, jefe del área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), días antes de embarcarse rumbo a la isla James Ross, en el noreste de la península antártica.
El miércoles regresó con un preciado cargamento. "Nos fue excelente. Paleontológicamente hablando, cumplimos nuestro objetivo", asegura. Luego de tres semanas en la isla junto a un equipo de siete expertos del MNHN y de la U. de Chile, regresó con una decena de fósiles, que incluyen restos de plesiosaurios y mosasaurios, dos reptiles marinos que habitaron junto a otros dinosaurios el período Cretácico, es decir, hace 70 millones de años.
En ambos casos, se rescataron restos de vértebras, huesos e incluso dientes, los que serán analizados para saber más de estos reptiles. "En el caso del mosasaurio, por ejemplo, está muy emparentado con el dragón de Komodo, pero este sería su versión marina".
Además, los investigadores encontraron los restos fosilizados de tiburones gigantes, que corresponden a los géneros Cretalamna y Centrophoroides, y que no nunca habían sido descritos en la zona antártica.
No es todo. Los expertos también hallaron fósiles de moluscos, pinzas de cangrejos, erizos, corales, e incluso un tronco petrificado.
Según el experto, una vez hecho un análisis individual, los fósiles permitirán saber más de cada especie y se podrá configurar un panorama de cómo era esa zona de la Antártica hace 70 millones de años. "Sabemos que era un ambiente marino de tipo costero. Una zona que, aparte de vertebrados, tenía muchos restos de vegetales", explica Rubilar. "Las condiciones climáticas y ecosistemas han cambiado mucho en la Antártica. Estudios previos indican que el continente se asemejaba más a una zona subtropical", dice el paleontólogo.
Caminar para explorar
La expedición formó parte de la avanzada científica que cada verano llega hasta el continente helado ayudada por el Instituto Antártico Chileno (Inach) , época ideal para investigar en el continente blanco.
De hecho, gracias al buen tiempo de los primeros días, los expertos pudieron recolectar una gran cantidad de muestras sólo por poder recorrer la isla a pie. "La técnica que se usa es la de prospección superficial", explica Rubilar. Es decir, se recorre la isla a pie, y una vez que se ubican restos que salen a la superficie por causa de la erosión natural en rocas, se empieza a excavar en el sector en busca de fósiles. "Por ejemplo, parte de los restos de los reptiles estaban en una roca de una colina, cercana al llamado Arroyo Tiburón", dice Rubilar.
Sin embargo, pese a lo exitoso de la expedición, los últimos cuatro días hubo viento blanco en la zona, lo que complicó las investigaciones, no sólo por las dificultades meteorológicas, sino porque el tiempo los obligó a resguardarse por cuatro días en sus carpas. "Hay que comprender que las condiciones que hay en la Antártica te llevan al límite de la convivencia. Entonces, tener un grupo cohesionado es fundamental", dice Rubilar.
De hecho, el equipo finalmente tuvo que ser rescatado por la Armada, a través del rompehielos Almirante Oscar Viel, ya que la tormenta rompió carpas, poniendo en peligro la expedición y el material recolectado.
Ya a salvo, los expertos ahora seguirán con su investigación en los laboratorios de la U. de Chile y el MNHN, trabajo denominado preparación, que implica sacar de la roca los fósiles. "Una vez terminada esta etapa, podemos examinar mejor el material encontrado y ahí podemos concluir nuevas cosas. Hoy sólo tenemos indicios preliminares, hasta no despejar la roca del fósil no se puede concluir nada".

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