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miércoles, 25 de abril de 2012

Muestras del Monte do Castro viajan a EE UU


Los técnicos quieren que laboratorios especializados daten la ocupación

 08:13  
Parte del equipo que desde la pasada semana realiza trabajos de excavación en el Monte do Castro, en Ribadumia.  // Iñaki Abella
Parte del equipo que desde la pasada semana realiza trabajos de excavación en el Monte do Castro, en Ribadumia. // Iñaki Abella  
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Comenzó la tercera fase de excavación del yacimiento arqueológico de Monte do Castro con un programa de trabajo más certero gracias a la base que se forjó a lo largo del pasado año. El equipo lo integran veinte personas, entre ellos doce técnicos –arqueólogos y restauradores– y ocho auxiliares que se encargarán de acometer los trabajos más prometedores, pues su principal actuación se centra en la croa, el lugar donde se supone estaban los edificios públicos del poblado y, por tanto, los que pueden revestir mayor interés científico. La prueba del carbono 14 será esencial.

A. TOURIÑO - RIBADUMIA Los arqueólogos tienen seis meses para actuar en el cogollo del Monte do Castro. Veinte personas actúan desde principios de la pasada semana en esta tercera fase de excavación que se va a centrar en la croa, lugar en el que se pretende que queden al descubierto los principales edificios públicos del poblado que ocupó el lugar entre los siglos IV antes de Cristo y el siglo II de la actual Era, aproximadamente. El equipo que dirige el arqueólogo de la Diputación, Rafael Rodríguez inicia esta nueva andadura con un plan de trabajo mucho más metódico y científico, que se propone extraer datos fiables casi al momento.
Por de pronto ya se negocia con laboratorios químicos la entrega de muestras para su correspondiente análisis con el fin de determinar con la máxima exactitud las épocas de estudio que se van a abarcar.
De ahí que la prueba del "carbono 14" sea esencial en la investigación a desarrollar a partir de ahora y para ello ya se han puesto en contacto con laboratorios de Estados Unidos, pero también de Suecia, Madrid y Sevilla que van a cifrar con exactitud las fechas de ocupación del monte y dar por tanto las principales pistas de la época, tanto del inicio como de cuando fue destruido por el fuego.
El Monte do Castro, en Besomaño (Ribadumia) fue uno de los poblados fortificados de más relevancia en la provincia, en relación con el yacimiento de A Lanzada (O Grove) y el de Castro Landín (Cuntis).
De momento las fechas de ocupación son bastante aproximadas "pero queremos tener un margen de error máximo de cincuenta años para entender mejor la esencia de este poblado", explica Rafael Rodríguez.
De ahí que el número de muestras que se remitirán a EE UU van a ser muy variadas, tanto de la zona alta del poblado como de la inferior, a la vez que se remitirán cenizas y restos de carbón que supuestamente se corresponden con el momento en que los romanos arrasaron el castro ribadumiense.
Porque este núcleo se encuentra situado en un punto estratégico de la comarca, un promontorio de muy fácil acceso con unas espléndidas vistas a la ría de Arousa y al orto, y por tanto muy accesible al comercio marítimo que se desarrollaba desde el pueblo vecino de A Lanzada, que como se sabe incluso conserva una vieja fábrica de salazón de la época romana.
El trabajo realizado en las dos etapas anteriores ha hado ya muchos resultados pero en los próximos meses se pretenden descubrir todos los demás secretos ocultos en el subsuelo.
A la vez se continuará con la fase de consolidación de las cabañas y edificios anejos descubiertos, junto con la casa–patio (una construcción más tradicional en poblados de Asturias o Cantabria que de Galicia) que se localizó en la zona media de la superficie sobre la que se actuó y que pertenecía a uno de sus acaudalados pobladores.
La previsión de los técnicos es actuar sobre una superficie de unos 600 metros cuadrados, con lo que ya se habría sacado a la luz casi dos kilómetros cuadrados de extensión.
En los primeros 1.200 metros se rescataron 13 cabañas y la casa– patio, así como almacenes y un horno de alfarería, según los restos que ya han sido analizados.
Ahora queda comprobar qué aparece en la croa, donde habrá hallazgos a tenor de los restos que se observan en la superficie del terreno, por lo que no se descarta que aparezca algún edificio relacionado con la religión o la política de aquel tiempo. Tanto arqueólogos como los propios vecinos de Ribadumia que conocen este "poblado de mouros" tienen especial fijación sobre una peculiar roca de unos 2,5 metros de alto que permanece en la cumbre de la montaña y que podría ser parte de algún monumento dedicado a una deidad. La roca está deteriorada debido a que existió una cantera activa en el lugar, pero algunos recuerdan que tenía peldaños y un hueco a modo de pila de culto al agua.
La mejor "dolabra" hallada en España
Otra de las novedades en esta fase es que las piezas que se localicen a partir de ahora van a ser catalogadas casi al momento, pues hasta ahora eran almacenadas a la espera de un inventario que va a llevar mucho tiempo.
Rafael Rodríguez asegura que el plan es el de lavar de inmediato cada uno de los objetos que se hallen y registrarlos para que se les dé el uso que corresponda.
Baste recordar que en este yacimiento se encontró una "dolabra" romana, única en España por su buen estado de conservación.
Se encontró otra similar en Taramundi pero su situación es mucho más precaria. La de Ribadumia se expondrá en el Museo provincial.

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