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jueves, 29 de marzo de 2012

El homínido 'torpe' de hace 3,4 millones de años


Hallazgo en Etiopía

El homínido 'torpe' de hace 3,4 millones de años

Los fósiles del pie de hace 3,4 millones de años, en la plantilla de un pie.| Nature
Los fósiles del pie de hace 3,4 millones de años, en la plantilla de un pie.| Nature
Los restos fosilizados de un pie de hace 3,4 millones de años han revelado que la famosa 'Australopithecus afarensis', bautizada como 'Lucy', tenía parientes muy cercanos con los que compartió tiempo y espacio, en el Pleistoceno en Etiopía.
Un equipo de investigadores, liderados por Yohannes Haile-Selassie, del Museo de Historia Natural de Cleveland (EEUU), ha encontrado en la región de Woranso-Mille, al norte del país del Cuerno de África, varias falanges y metatarsos de un primate que quizás andaba sobre dos pies, como 'Lucy', pero de una forma diferente, lo que, según sus descubridores, revela la gran diversidad de especies que hubo en el origen de la humanidad.
El hallazgo, publicado en la revista 'Nature', y encontrado en febrero de 2009 en un yacimiento conocido como Burtele, es el primero de un pie que se encuentra en ancestros humanos tan primitivos. Ni siquiera 'Lucy', de la que se tiene un esqueleto bastante completo, se halló con esta parte de su cuerpo, por lo que la forma de locomoción de aquellas especies se difiere de otros huesos y de las huellas que dejaron, como las de Laetoli (en Tanzania).
Paisaje actual en Woranso-Mille, que hace 3,4 millones de años era el delta de un rio. |Nature
Paisaje actual en Woranso-Mille, que hace 3,4 millones de años era el delta de un rio. |Nature
De momento, la nueva especie no ha sido bautizada ni asignada a otros restos, puesto que no se han encontrado ni el cráneo ni dientes. No obstante, para Haile-Selassie "este pie demuestra claramente que la de 'Lucy', que fue bípeda, no era la única especie en esta región. "Su especie coexistió con unos primos cercanos que eran más hábiles para subir a los árboles, como la especie 'Ardipithecus ramidus' que vivió un millón de años antes", explica en una nota de prensa de su Universidad.

Un dedo gordo en oblicuo

La diferencia más llamativa es que mientras que el dedo gordo del pie en 'Lucy' está alineado con los otros cuatro dedos, lo que le permite andar sobre dos pies, como los humanos, en el de Burtele el dedo gordo es oponible, como en el 'Ardi'.
El arqueólogo español Manuel Domínguez-Rodrigo, que codirige un proyecto científico en la Garganta de Olduvai (Tanzania), "es un hallazgo muy interesante". "Es un pie que se parece más al de un gorila que al de un ser humano. El primer metatarso del dedo gordo es corto y el segundo metatarso curvo, lo que sugiere que tenía ese ángulo oblicuo al de los otros dedos".
En su opinión, el artículo no demuestra que la especie a la que perteneció fuera bípeda, pero "si lo hubiera sido, el pie se desplazaba apoyando primero en el talón y despegando sobre los cuatro dedos externos, no sobre el dedo gordo, como hacemos nosotros". "Todo indica", continúa Domínguez-Rodrigo, "que es un pie adaptado a algún bipedismo de corta duración, lo que indica que fue más arborícola que terrestre o que, si fue más terrestre de lo que parece, lo combinó con otra forma de locomoción".
Así lo cree también Bruce Latimer, de la Universidad de Cleveland, para quien se trata de un "descubrimiento impactante", aunque "fuera torpe para caminar sobre la tierra.
Los fósiles se encontraron bajo una capta de piedra arenisca y fueron datados por la técnica del argón, que fijó su edad en 3,46 millones de años. "Estaban cerca de restos de peces, cocodrilos, tortugas... En definitiva, sedimentos que demuestran que era un entorno fluvial, un delta con canales en el que había arbolado abierto y arbustos", afirma Beverly Z. Saylor, coautora del trabajo. "Son pistas que nos dicen que era un homínido adaptado a vivir en las ramas, mientras 'Lucy' lo hacía en el suelo", concluye.
Tomado de: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/29/ciencia/1333012556.html


CIENTÍFICOS DESCUBREN QUE OTRA ESPECIE DE HOMÍNIDOS CONVIVIÓ CON LA DE LUCY

Ocho fósiles de un pie derecho descubiertos en sedimentos de 3,4 millones de años de antigüedad en Etiopía demuestran que los Australopithecus afarensis no eran los únicos de homínidos que vivieron en la región en aquella época.

Jueves 29 de marzo de 2012| por Josep Corbella
Artículo sindicado desde nuestro medio asociado RDO_icono
Los huesos del pie de Burtele, que se presentan en la revista Nature, corresponden a un homínido que se movía con soltura sobre los árboles, pero que era capaz de caminar erguido cuando bajaba al suelo.
El descubrimiento es importante por dos motivos, según Yohannes Haile-Selassie, paleontólogo de la Universidad Case Western Reservede Cleveland (EE.UU.) y primer autor de la investigación.
Por un lado, porque “aporta información relevante sobre la anatomía del pie en los ancestros humanos”,según declaró el martes en una rueda de prensa telefónica.
Por otro, porque “demuestra por primera vez de manera concluyente que la especie de Lucy no estaba sola” sino que convivía con otras especies de homínidos, una cuestión que ha sido motivo de debate científico desde hace más de 30 años.
El pie descubierto ahora refuerza la hipótesis de que los Australopithecus afarensis, que vivieron en el este de África hace entre 3 y 4 millones de años, fueron ancestros directos del género humano, según Haile-Selassie.
“Hay aún muchas incógnitas sobre la relación entre los australopitecos y los humanos”, advierte Salvador Moyà, director del Institut Català de Paleontología. Pero, según la hipótesis que defiende Haile-Selassie, los primeros humanos eran descendientes de los Australopithecus garhi, que posiblemente ya fabricaban herramientas de piedra rudimentarias hace 2,5 millones de años.
Y los Australopithecus garhi, a su vez, eran descendientes de los afarensis, la especie de Lucy. El pie de los afarensis, en cualquier caso, se parecía más al nuestro que el pie descubierto ahora en Etiopía. Los ocho fósiles presentados en Nature observan una curiosa combinación de caracteres adaptados a la vida en los árboles y a la vida en el suelo.

DEDOS

El primer dedo, más similar a nuestro pulgar de la mano que a nuestro dedo gordo del pie, es arborícola. En lugar de estar alineado con los otros dedos, está en posición oblicua, lo cual es ideal para agarrarse de las ramas pero no para caminar o correr.
En cambio, la articulación entre los metatarsianos y las falanges -allí donde los dedos se unen a la planta del pie- permite una hiperflexión. Es lo mismo que hacemos nosotros al final de cada paso o al ponernos de puntillas, cuando los dedos pueden quedar perpendiculares respecto a la planta. Pero es algo que no se puede hacer con las manos -a menos que uno sea hiperlaxo-.
Así, la articulación entre metatarsianos y falanges del pie de Burtele es característica de la marcha bípeda. Pero “es un pie muy primitivo, no podían recorrer grandes distancias”, declaró Bruce Latimer, coautor de la investigación, en la rueda de prensa.
“Debían caminar de una manera bastante extraña”. A su lado, Lucyera toda una atleta. Las huellas de Laetoli, descubiertas en Tanzania en 1978 y atribuidas a tres Australopithecus afarensis , demuestran que ya tenían un pie anatómicamente moderno como el nuestro.
Lucy ya tenía el dedo gordo alineado con los otros cuatro dedos del pie, un talón ancho y estable y un puente bien arqueado para absorber la energía de cada paso, zancada o salto, características todas ellas que no se aprecian en el pie de Burtele.

HALLAZGO

“Lucy era totalmente bípeda, no iba a los árboles”, destacó Latimer. El pie de Burtele se ha descubierto en una zona que hoy día es desierta pero que hace 3,4 millones de años tenía una vegetación tropical. “Los análisis físicos y químicos de los sedimentos nos indican que era una zona boscosa húmeda y con ríos”, añadió Beverly Saylor, coautora de la investigación, de la Universidad Case Western Reservede Cleveland, al igual que Haile-Selassie y Latimer.
Los fósiles se han descubierto a pocos kilómetros de donde apareció el esqueleto de Lucy en 1974. Dado que las dos especies vivieron en la misma época y en la misma región, los investigadores sugieren que ocuparon nichos ecológicos distintos.
Según esta interpretación, el homínido de Burtele debió ocupar la periferia de la selva tropical y explotar los recursos de árboles y arbustos, mientras que los Australopitecus afarensis se expandieron fuera de la selva gracias al prodigio biomecánico de sus pies.
El descubrimiento “demuestra que nuestra evolución no fue un proceso lineal, con un único linaje en cada momento, sino que fue un proceso más complejo, con varios linajes conviviendo en una misma época y en una misma región”, destacó Haile-Selassie.
Por ahora, los investigadores no han atribuido e l pie de Burtele a ninguna especie ni a ningún género. Es demasiado antiguo para ser humano, ya que el género Homo no aparece hasta un millón de años más tarde. Y las características de los 8 fósiles parecen excluir que se trate de un australopiteco. Incluso de una especie distinta de la de Lucy.
A lo que más se parece el pie de Burtelees al del Ardipithecus ramidus , un homínido de hace 4,4 millones de años también descubierto en Etiopía. Los ocho fósiles podrían corresponder así a un ardipiteco descendiente del ramidus. Pero “aún no tenemos suficiente material para atribuirlo a un género o a una especie”, explicó Haile-Selassie.
Y “no se puede decir que sea un ardipiteco solo porque tenga una locomoción similar; podría ser otro homínido que hubiera conservado esta adaptación a la locomoción. Esperamos a recuperar más fósiles para comprender mejor qué ocurrió”.

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