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| Escrito por Antonio J. Guerrero |
| Martes, 19 de Junio de 2012 11:12 |
Las obras de la línea AVE Granada-Antequera han descubierto el hallazgo arqueológico cronológico más importante de la ciudad de Antequera, al recoger vestigios de nueve siglos de historia y tres civilizaciones: romana, paleocristiana y musulmana, frente al Hotel Finca Eslava, según nos confirma el director del Museo y arqueólogo Manuel Romero Pérez.
Por su parte, el equipo de gobierno presentó una moción de urgencia al Pleno de este lunes 18 de junio, para pedir a la Consejería de Cultura que traslade la zona que se conserva, a la futura Estación de AVE, según nos informa la concejal de Patrimonio, Eugenia Acedo. Ésta fue aprobada por unanimidad por todos los grupos del Pleno de Antequera.
A la izquierda, mosaico del Río Tiber. Arriba a la derecha, símbolo paleocristiano; y abajo, cabeza de Alejandro Magno
La construcción del colector próximo a la futura Estación AVE entre Finca Eslava y la actual estación de ferrocarril, revaloriza una zona arqueológica, que se conocía desde 1993, pero no su importancia.
Los primeros hallazgos comenzaron en septiembre de 2011, necrópolis musulmanas y cristianas, con más de dos centenares de enterramientos. Y después, los romanos, que fueron los más interesantes, con muros de viviendas, hornos de cerámica y caleras.
Sobresalen los mosaicos geométricos del estilo de los de la Villa de la Estación, pero superando su importancia el alusivo al Río Tíber, que sólo hay dos en la Península, éste y el de Alter Do Chao en Portugal. Es uno de los catorce con versos de Virgilio (poeta romano, autor de la Eneida), y el único alusivo a las Geórgicas. Éste fue descubierto el 9 de noviembre de 2011.
Además, en octubre de 2011 se descubrió una cabeza de Alejandro Magno del siglo II, y una amazona de finales del III-principios del IV, realizada en mármol griego.
La concejal de Patrimonio Eugenia Acedo y el arqueólogo Manuel Romero en el yacimiento
Y el último elemento descubierto que sigue poniendo en valor el lugar es un ladrillo decorativo de techo de un templo cristiano que se edificó en el siglo VI que fue descubierto el 31 de mayo, con un crismón con el “Alfa” y “Omega” y el epígrafe “Isidorevivas” y “Optatavivas”, lo que significa un nuevo hallazgo paleocristiano en Antequera, anterior a la invasión musulmana.
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