Llana trabaja en Ribadavia. S. LÓPEZ
El arqueólogo César Llana, que actualmente trabaja en el Museo Etnolóxico de Ribadavia, dirigió las primeras y hasta ahora únicas excavaciones realizadas en Cova da Valiña.
-A su parecer, ¿qué supuso el hallazgo de este yacimiento?
-Fue un aldabonazo para la investigación del Paleolítico en Galicia. Demostró que en el noroeste había yacimientos paleolíticos en cuevas, como en todas partes, y que si hasta entonces no se conocían era porque no se habían buscado. Hay que recordar que en tiempos, ante la falta de rastros de esa época, se llegó a decir que Galicia había estado despoblada durante el Paleolítico. Claro que también hubo arqueólogos, como Hugo Obermaier, que decían que las cuevas cársticas gallegas debían contener yacimientos y que solo era cuestión de buscarlos.
-¿A quién se debe atribuir el mérito del descubrimiento?
-En primer lugar, a la familia de Darío Trashorras, el propietario de los terrenos donde está la cueva. Se dieron cuenta de que allí había algo de valor y avisaron al Museo de Lugo. Si no hubiese sido así, el hallazgo habría pasado desapercibido.
-¿Queda algo por investigar en la cueva?
-En las excavaciones obtuvimos muchos materiales y mucha información, pero pienso que el yacimiento no quedó agotado. Creo que sería interesante volver a realizar una investigación en la cueva, sobre todo ahora, cuando sabemos mucho más sobre el Paleolítico gallego de lo que sabíamos entonces, gracias a las excavaciones hechas en los últimos años.
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