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viernes, 20 de enero de 2012

La isla cobija al menos cinco enterramientos megalíticos


desde que en el año 1988 se realizara en Areoso una primera campaña de excavación es bien conocida la riqueza arqueológica de este pequeño territorio insular. Con los últimos descubrimientos, detectados por una brigada de la policía adscrita a la comunidad autónoma, suman cinco los enterramientos megalíticos de los que se tiene constancia en este enclave.
Además, desde Patrimonio tienen la sospecha de que la acción del agua dejará al descubierto nuevos restos en un futuro no muy lejano, lo que podría completar todavía el ya de por sí fascinante mapa arqueológico del islote arousano.
En las campañas de excavación realizadas entre los años 1988 y 1990, dirigidas por el arqueólogo José Manuel Rey García, se estudiaron dos estructuras megalíticas, una cámara y una mámoa sepultada por arena. Una tercera mámoa fue entonces detectada, pero no llegó a ser excavada. Es esta, precisamente, la que salió a la luz recientemente, dejando al descubierto un dolmen y, a su alrededor, una gruesa cobertura formada fundamentalmente por conchas, en su mayoría de ostra.
Además de todos estos restos megalíticos se encontraron también algunos trozos de cerámica y se localizó y se analizó un yacimiento de la Edad del Bronce. Aquí se encontraron dos punzones que fueron considerados por algunos estudiosos como los más antiguos de esa etapa en la Península Ibérica, si bien esta consideración no es unánime, pues cualquier datación relacionada con este islote resulta controvertida.
Nuevas campañas
A pesar de que estaba previsto que se realizasen nuevas campañas de excavación, finalmente no pudieron llevarse a cabo. Quién sabe si con ellas sería posible arrojar luz sobre algunas de las sombras que todavía quedan en Areoso. ¿Estuvo esta isla unida a A Illa alguna vez? Sus pobladores, ¿vivían aquí de forma permanente o lo hacían solo de forma estacional? Y, en caso de que así sea, ¿cuál era la razón que les llevaba a navegar hasta esta pequeña isla? ¿Tenía este territorio algún significado simbólico especial para los hombres de entonces? ¿Fue elegido por alguna razón concreta como lugar de enterramiento? Además de para el reposo eterno, ¿había otro tipo de actividad en este islote?
Quizás el futuro guarde la respuesta a algunas de estas preguntas, pero para ello es preciso que todos estos vestigios del pasado permanezcan ahí, a salvo de la erosión natural y, fundamentalmente, de la acción del ser humano.
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